Discurso de asunción de Alcira Daroqui como directora de la Carrera de Sociologia
Señor Decano Profesor Sergio Caletti, Sra Vice Decana Profesora Adriana Clemente, Secretarios/as, Directores salientes y entrantes de las distintas carreras que integran la facultad de ciencias sociales, Sr. Director del IIGG, docentes-estudiantes, personal no docente.
En principio quiero agradecer especialmente a los integrantes de la dirección saliente, Lucas Rubinich y Marcelo Langieri, representantes de un amplio sector político integrado por docentes estudiantes y graduados, por la convocatoria para postularme como Directora de la Carrera, ampliar este agradecimiento a Paula Miguel y a nuestras secretarias, Gabriela Strokovski, Cristina Espíndola y Claudia Morales, por el apoyo, colaboración y acompañamiento durante esta etapa de transición. Afortunadamente seguiré contando con ellas, pilares claves de la gestión cotidiana de nuestra carrera.
Y por supuesto, agradecer el apoyo y la confianza de una mayoría importante de la comunidad académica de la carrera de sociología, docentes-estudiantes y graduados-
Agradecer la presencia en esta ceremonia de autoridades de la facultad, de docentes, personal no docente, representantes de la gremial docente, de la gremial no docente, de estudiantes y especialmente la presencia de mi familia, amigos, compañeros.
Espero poder ser breve, para ello he renunciado a leerles unas 20 páginas que contenían las distintas propuestas que vamos a trabajar durante estos dos años al frente de la Carrera, creo que es una renuncia que ustedes estarán celebrando.
Sí me interesa compartir con ustedes en el día de hoy, mi profundo orgullo por estar al frente de la Dirección de la Carrera de Sociología.
Sé que es una tarea compleja, en la que seguramente trazaremos continuidades a partir del claro reconocimiento de una institucionalidad construida a lo largo de toda nuestra historia y en particular durante estos años precedentes por parte de la Dirección de Lucas Rubinich, pero también avanzaremos con propuestas innovadoras que hemos plasmado en un extenso documento que hicimos público durante la campaña.
Seguramente la gestión cotidiana nos llevará gran parte de nuestro tiempo, pero eso no nos hará renunciar a los grandes temas que nos han llevado a asumir esta responsabilidad. Hablo en plural porque esta dirección está integrada por quien les habla y por Ernesto Meccia, Secretario Académico, de quien seguramente no alcancen las palabras para dar cuenta de su compromiso y trabajo por la facultad y por nuestra carrera en particular y Carlos Motto, Coordinador Técnico, un compañero de ruta, con una absoluta dedicación para llevar adelante este proyecto de carrera que hemos pensado conjuntamente.
Quiero destacar que esta elección de quienes me acompañarán en la Carrera la he tomado con las más absoluta libertad, hecho que indica respeto, generosidad y una infrecuente actitud de pluralismo político, que quiero agradecer especialmente a aquellos que me convocaron. El equipo de gestión se completa con quien será el Coordinador de la Carrera en el Programa UBA XXII. Todos saben que yo he puesto todo mi esfuerzo y mi compromiso en esta tarea durante 13 años, y por eso mismo le he propuesto esta ardua tarea a Marcelo Langieri. Marcelo no ignora que yo estaré de todas formas muy presente, quizá demasiado, es difícil tomar distancia después de tantos años.
Existen temas que forman parte de la actualidad, pero también existen temas (“deberes”, podría decir) que nos impone nuestra historia, como Carrera y como Facultad. Y esta Dirección trabajará para estar a la altura de todas las circunstancias. En este sentido, todo tema realmente convocante será objeto de nuestros debates. No eludiremos ninguno. Esó sí: no lo haremos solos, sino sumando a docentes, estudiantes, graduados, Consejos y Colegios Profesionales.
Será una agenda que tendrá como eje un espacio de comunicación institucional a través de encuentros, jornadas y publicaciones. Abordaremos problemáticas actuales, en la que, por ejemplo, el tratamiento de la situación del INDEC será tema prioritario.
Y otro eje, el mas sustantivo, de carácter de estricta política académica, que contemplará entre tantos temas, la revisión de contenidos curriculares de diferentes materias y seminarios, la jerarquización de nuestro profesorado, la ampliación y profundización de una política de concursos, el seguimiento de la modificación del Plan de Estudios en los que refiere a la propuesta de modificación de las Orientaciones y materias optativas, propuestas de articulación entre el grado y el posgrado, el fortalecimiento de la relación entre docencia e investigación, dos temas que trabajaremos especialmente con nuestro Instituto Gino Germanientre. Tendrá un papel fundamental el diseño, creación y puesta en marcha del Laboratorio Informático, procurando generar las condiciones materiales indispensables para un adecuado desarrollo del proceso de aprendizaje de de las herramientas fundamentales para la investigación, siendo las materias metodológicas y los seminarios sus principales protagonistas.
Para ello sabemos que debemos establecer una lógica conservadora. No se asusten, no me ha pasado nada grave. “Conservador” en el sentido de retener, de hacer que nuestros docentes e investigadores elijan quedarse en esta carrera en el marco de nuestra facultad. Para lo cual nos planteamos una política activa en materia de procurar mejores condiciones de trabajo, en ese sentido es que aportaremos lo que haga falta para lograr el necesario e indispensable traslado a este edificio de toda la comunidad de Ciencias Sociales. Pero esta política activa, principalmente, estará orientada a trabajar por el ingreso a la condición salarial de todos aquellos trabajadores sin salario y promover la ampliación de dedicaciones que nos permitan profundizar y ampliar distintas propuestas académicas. Y no dije “trabajadores” casualmente. Nosotros debemos asumirnos y así también debe hacerlo la universidad, como trabajadores docentes, trabajadores investigadores o trabajadores profesionales. De hecho, muchos de nosotros, somos trabajadores en todas y cada una de esas áreas y en este sentido debemos luchar con absoluta convicción contra toda política institucional que profundice nuestra ya precaria e inestable relación laboral. Para ello estamos dispuestos a trabajar propuestas conjuntas con la Facultad y con ello avanzar en el reconocimiento de nuestros derechos laborales y contra toda forma de vulneración de los mismos. Y sabemos, además, que esa lucha es posible porque nuestra gremial docente representa claramente estos principios.
Y si he mencionado especialmente a los docentes, cabe en este mismo sentido, referirme a los estudiantes, motor indiscutido de la construcción política académica de una facultad y de una carrera. En lo personal siempre he mantenido una relación estrecha con los estudiantes compartiendo ideas y propuestas, en la que no ha faltado las diferencias como también ha sucedido con mis colegas docentes, de esas diferencias (como de las coincidencias) he aprendido mucho de ellos y en particular en estos últimos tiempos en los que hemos trabajado con diferentes estudiantes referentes de agrupaciones políticas sobre propuestas concretas para la dirección de la carrera, propuestas de avanzada que –les aseguro- interesarían a cualquier especialista interesado en los Planes de Estudio de Sociología. Nos interesa especialmente continuar con esta política de integración hacia el sector estudiantil en base a trabajo y debate sobre proyectos que nos convoquen.
En este sentido, aprovecho este encuentro, para hacer público mi profunda gratificación al sentirme parte de la comunidad académica de la facultad (decano, vicedecana, decano y vicedecano salientes, directores de carreras, profesores, auxiliares docentes y estudiantes) en cuanto a la respuesta conjunta y mayoritaria de repudio a la judicialización de un estudiante de nuestra carrera, que fuera presidente de Centro de Estudiantes y que es actual consejero directivo, German Feldman, por parte de las autoridades de la Universidad de Buenos Aires. Este repudio constituye –a su vez- una clara advertencia: no es posible, no debe haber espacio político dentro de la UBA, para convocar al sistema penal (porque eso es judicializar la protesta y criminalizar a los militantes) para que resuelva un conflicto que debe ser abordado en el marco de una relación política universitaria. A estas expresiones de autoritarismo, también debemos decirles NUNCA MÁS.
Esta respuesta conjunta de la comunidad académica de nuestra facultad me invita a reflexionar sobre la necesidad de trazar un camino que procure un diálogo conjunto de todas las carreras y con la facultad, pensando y repensando esta facultad en el presente para “imaginarla” en el futuro como un espacio académico respetuoso de las singularidades y trayectorias políticas académicas de cada una de las carreras que la componen, pero que nos permita encontrar propuestas comunes con un sentido integrador, evitando fragmentaciones que nos alejen de un proyecto de facultad que nos represente.
De este tema (una facultad “integrada”) hemos hablado en la campaña. Si comparamos esta Facultad con la de una década atrás, sin dudas que la encontraremos distinta: la regularización de profesores y auxiliares, el crecimiento y diversificación del posgrado y la investgación, la promoción de profesores consultos, entre otros, son indicadores de cómo Sociales se fue transformando. Hoy tenemos otras condiciones, sin embargo, las transformaciones que crean nuevas condiciones no se capitalizan por sí mismas. Hay que estudiarlas para ver cómo pueden redireccionarse hacia las Carreras de grado, única capitalización posible en la que debemos pensar como Facultad, porque si somos “Facultad” es porque tenemos cinco Carreras de grado. Este es el sentido en que nosotros pensamos en una Facultad integrada: que todos los resultados que se vayan produciendo en su entramado institucional –cada vez más diversificado- tengan las miras puestas en mejorar la calidad académica que merecen nuestros alumnos.
Por último, compartiré una breves palabras de lo que fue el comienzo de mi relación con la sociología, pertenezco al grupo de los 80- que quede claro no de la generación del 80- aquellos que participamos de la reapertura de la carrera después de su cierre en 1975 , el director o mejor dicho, creo, interventor era un capitán de navío, fueron años duros, años en los que aprendimos a resistir al autoritarismo y la mediocridad. Con la recuperación democrática y la convicción y valentía de nuestra profesora Susana Torrado, él y todos sus “colegas”, esos “cultores” de la mediocridad y el autoritarismo dejaron de habitar nuestro espacio. Desde 1984 hasta el presente la carrera tuvo al frente directores y dos directoras, Elsa López e Inés Izaguirre,(yo voy a ser la tercera) que representaron a diferentes espacios políticos, cada uno de ellos, con sus diferencias, sé que han trabajado para que NUNCA MÁS la mediocridad, la prepotencia y el autoritarismo se “apodere” de nuestro espacio académico, sé que ese también será un desafío que me acompañe en esta gestión.
Por eso trabajaré para crear y recrear las mejores condiciones para que docentes, investigadores y estudiantes de sociología continúen construyendo un pensamiento crítico que se direccione hacia la producción y transferencia de conocimiento con una clara proyección política y social, que nunca abandone propuestas transformadoras, militantes y comprometidas en la lucha contra este orden capitalista injusto y desigual. Ese ha sido siempre mi compromiso militante como docente e investigadora y lo es y lo será como Directora de la Carrera de Sociología.
En principio quiero agradecer especialmente a los integrantes de la dirección saliente, Lucas Rubinich y Marcelo Langieri, representantes de un amplio sector político integrado por docentes estudiantes y graduados, por la convocatoria para postularme como Directora de la Carrera, ampliar este agradecimiento a Paula Miguel y a nuestras secretarias, Gabriela Strokovski, Cristina Espíndola y Claudia Morales, por el apoyo, colaboración y acompañamiento durante esta etapa de transición. Afortunadamente seguiré contando con ellas, pilares claves de la gestión cotidiana de nuestra carrera.
Y por supuesto, agradecer el apoyo y la confianza de una mayoría importante de la comunidad académica de la carrera de sociología, docentes-estudiantes y graduados-
Agradecer la presencia en esta ceremonia de autoridades de la facultad, de docentes, personal no docente, representantes de la gremial docente, de la gremial no docente, de estudiantes y especialmente la presencia de mi familia, amigos, compañeros.
Espero poder ser breve, para ello he renunciado a leerles unas 20 páginas que contenían las distintas propuestas que vamos a trabajar durante estos dos años al frente de la Carrera, creo que es una renuncia que ustedes estarán celebrando.
Sí me interesa compartir con ustedes en el día de hoy, mi profundo orgullo por estar al frente de la Dirección de la Carrera de Sociología.
Sé que es una tarea compleja, en la que seguramente trazaremos continuidades a partir del claro reconocimiento de una institucionalidad construida a lo largo de toda nuestra historia y en particular durante estos años precedentes por parte de la Dirección de Lucas Rubinich, pero también avanzaremos con propuestas innovadoras que hemos plasmado en un extenso documento que hicimos público durante la campaña.
Seguramente la gestión cotidiana nos llevará gran parte de nuestro tiempo, pero eso no nos hará renunciar a los grandes temas que nos han llevado a asumir esta responsabilidad. Hablo en plural porque esta dirección está integrada por quien les habla y por Ernesto Meccia, Secretario Académico, de quien seguramente no alcancen las palabras para dar cuenta de su compromiso y trabajo por la facultad y por nuestra carrera en particular y Carlos Motto, Coordinador Técnico, un compañero de ruta, con una absoluta dedicación para llevar adelante este proyecto de carrera que hemos pensado conjuntamente.
Quiero destacar que esta elección de quienes me acompañarán en la Carrera la he tomado con las más absoluta libertad, hecho que indica respeto, generosidad y una infrecuente actitud de pluralismo político, que quiero agradecer especialmente a aquellos que me convocaron. El equipo de gestión se completa con quien será el Coordinador de la Carrera en el Programa UBA XXII. Todos saben que yo he puesto todo mi esfuerzo y mi compromiso en esta tarea durante 13 años, y por eso mismo le he propuesto esta ardua tarea a Marcelo Langieri. Marcelo no ignora que yo estaré de todas formas muy presente, quizá demasiado, es difícil tomar distancia después de tantos años.
Existen temas que forman parte de la actualidad, pero también existen temas (“deberes”, podría decir) que nos impone nuestra historia, como Carrera y como Facultad. Y esta Dirección trabajará para estar a la altura de todas las circunstancias. En este sentido, todo tema realmente convocante será objeto de nuestros debates. No eludiremos ninguno. Esó sí: no lo haremos solos, sino sumando a docentes, estudiantes, graduados, Consejos y Colegios Profesionales.
Será una agenda que tendrá como eje un espacio de comunicación institucional a través de encuentros, jornadas y publicaciones. Abordaremos problemáticas actuales, en la que, por ejemplo, el tratamiento de la situación del INDEC será tema prioritario.
Y otro eje, el mas sustantivo, de carácter de estricta política académica, que contemplará entre tantos temas, la revisión de contenidos curriculares de diferentes materias y seminarios, la jerarquización de nuestro profesorado, la ampliación y profundización de una política de concursos, el seguimiento de la modificación del Plan de Estudios en los que refiere a la propuesta de modificación de las Orientaciones y materias optativas, propuestas de articulación entre el grado y el posgrado, el fortalecimiento de la relación entre docencia e investigación, dos temas que trabajaremos especialmente con nuestro Instituto Gino Germanientre. Tendrá un papel fundamental el diseño, creación y puesta en marcha del Laboratorio Informático, procurando generar las condiciones materiales indispensables para un adecuado desarrollo del proceso de aprendizaje de de las herramientas fundamentales para la investigación, siendo las materias metodológicas y los seminarios sus principales protagonistas.
Para ello sabemos que debemos establecer una lógica conservadora. No se asusten, no me ha pasado nada grave. “Conservador” en el sentido de retener, de hacer que nuestros docentes e investigadores elijan quedarse en esta carrera en el marco de nuestra facultad. Para lo cual nos planteamos una política activa en materia de procurar mejores condiciones de trabajo, en ese sentido es que aportaremos lo que haga falta para lograr el necesario e indispensable traslado a este edificio de toda la comunidad de Ciencias Sociales. Pero esta política activa, principalmente, estará orientada a trabajar por el ingreso a la condición salarial de todos aquellos trabajadores sin salario y promover la ampliación de dedicaciones que nos permitan profundizar y ampliar distintas propuestas académicas. Y no dije “trabajadores” casualmente. Nosotros debemos asumirnos y así también debe hacerlo la universidad, como trabajadores docentes, trabajadores investigadores o trabajadores profesionales. De hecho, muchos de nosotros, somos trabajadores en todas y cada una de esas áreas y en este sentido debemos luchar con absoluta convicción contra toda política institucional que profundice nuestra ya precaria e inestable relación laboral. Para ello estamos dispuestos a trabajar propuestas conjuntas con la Facultad y con ello avanzar en el reconocimiento de nuestros derechos laborales y contra toda forma de vulneración de los mismos. Y sabemos, además, que esa lucha es posible porque nuestra gremial docente representa claramente estos principios.
Y si he mencionado especialmente a los docentes, cabe en este mismo sentido, referirme a los estudiantes, motor indiscutido de la construcción política académica de una facultad y de una carrera. En lo personal siempre he mantenido una relación estrecha con los estudiantes compartiendo ideas y propuestas, en la que no ha faltado las diferencias como también ha sucedido con mis colegas docentes, de esas diferencias (como de las coincidencias) he aprendido mucho de ellos y en particular en estos últimos tiempos en los que hemos trabajado con diferentes estudiantes referentes de agrupaciones políticas sobre propuestas concretas para la dirección de la carrera, propuestas de avanzada que –les aseguro- interesarían a cualquier especialista interesado en los Planes de Estudio de Sociología. Nos interesa especialmente continuar con esta política de integración hacia el sector estudiantil en base a trabajo y debate sobre proyectos que nos convoquen.
En este sentido, aprovecho este encuentro, para hacer público mi profunda gratificación al sentirme parte de la comunidad académica de la facultad (decano, vicedecana, decano y vicedecano salientes, directores de carreras, profesores, auxiliares docentes y estudiantes) en cuanto a la respuesta conjunta y mayoritaria de repudio a la judicialización de un estudiante de nuestra carrera, que fuera presidente de Centro de Estudiantes y que es actual consejero directivo, German Feldman, por parte de las autoridades de la Universidad de Buenos Aires. Este repudio constituye –a su vez- una clara advertencia: no es posible, no debe haber espacio político dentro de la UBA, para convocar al sistema penal (porque eso es judicializar la protesta y criminalizar a los militantes) para que resuelva un conflicto que debe ser abordado en el marco de una relación política universitaria. A estas expresiones de autoritarismo, también debemos decirles NUNCA MÁS.
Esta respuesta conjunta de la comunidad académica de nuestra facultad me invita a reflexionar sobre la necesidad de trazar un camino que procure un diálogo conjunto de todas las carreras y con la facultad, pensando y repensando esta facultad en el presente para “imaginarla” en el futuro como un espacio académico respetuoso de las singularidades y trayectorias políticas académicas de cada una de las carreras que la componen, pero que nos permita encontrar propuestas comunes con un sentido integrador, evitando fragmentaciones que nos alejen de un proyecto de facultad que nos represente.
De este tema (una facultad “integrada”) hemos hablado en la campaña. Si comparamos esta Facultad con la de una década atrás, sin dudas que la encontraremos distinta: la regularización de profesores y auxiliares, el crecimiento y diversificación del posgrado y la investgación, la promoción de profesores consultos, entre otros, son indicadores de cómo Sociales se fue transformando. Hoy tenemos otras condiciones, sin embargo, las transformaciones que crean nuevas condiciones no se capitalizan por sí mismas. Hay que estudiarlas para ver cómo pueden redireccionarse hacia las Carreras de grado, única capitalización posible en la que debemos pensar como Facultad, porque si somos “Facultad” es porque tenemos cinco Carreras de grado. Este es el sentido en que nosotros pensamos en una Facultad integrada: que todos los resultados que se vayan produciendo en su entramado institucional –cada vez más diversificado- tengan las miras puestas en mejorar la calidad académica que merecen nuestros alumnos.
Por último, compartiré una breves palabras de lo que fue el comienzo de mi relación con la sociología, pertenezco al grupo de los 80- que quede claro no de la generación del 80- aquellos que participamos de la reapertura de la carrera después de su cierre en 1975 , el director o mejor dicho, creo, interventor era un capitán de navío, fueron años duros, años en los que aprendimos a resistir al autoritarismo y la mediocridad. Con la recuperación democrática y la convicción y valentía de nuestra profesora Susana Torrado, él y todos sus “colegas”, esos “cultores” de la mediocridad y el autoritarismo dejaron de habitar nuestro espacio. Desde 1984 hasta el presente la carrera tuvo al frente directores y dos directoras, Elsa López e Inés Izaguirre,(yo voy a ser la tercera) que representaron a diferentes espacios políticos, cada uno de ellos, con sus diferencias, sé que han trabajado para que NUNCA MÁS la mediocridad, la prepotencia y el autoritarismo se “apodere” de nuestro espacio académico, sé que ese también será un desafío que me acompañe en esta gestión.
Por eso trabajaré para crear y recrear las mejores condiciones para que docentes, investigadores y estudiantes de sociología continúen construyendo un pensamiento crítico que se direccione hacia la producción y transferencia de conocimiento con una clara proyección política y social, que nunca abandone propuestas transformadoras, militantes y comprometidas en la lucha contra este orden capitalista injusto y desigual. Ese ha sido siempre mi compromiso militante como docente e investigadora y lo es y lo será como Directora de la Carrera de Sociología.
Alcira Daroqui
Berazategui, 29 de marzo de 2010
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